TUTORIAL ACABADOS MATE.
Una vez terminadas nuestras piezas podemos tratar su superficie de diferentes maneras para alterar su textura y de este modo conseguir diferentes acabados.
Como siempre existen varias opciones, pero las dividiremos en dos grupos, acabados mate (brilla pero carece de reflejo) y los pulidos (reflejan la luz y dependiendo de la intensidad del repaso y de la porosidad del metal empleado, obtenemos en estas superficies un reflejo más o menos nítido, "efecto espejo").
Empezaremos por los mates.
En el apartado anterior terminamos nuestras piezas con la lija, con ella obtenemos el repaso de la lima y uno de los acabados mates, ya sabéis que podemos encontrar diferentes “granos” de lija en función de su dureza y volumen, dependiendo de esto marcaremos más o menos el metal expuesto a la lija.
Aplicaremos la lija a mano o con máquinas pero el resultado irá siempre en función de la dirección de nuestras pasadas, obtendremos diferentes marcas sobre el metal y así diferentes acabados.
También podemos “golpear” la superficie del metal con diferentes arenas, las maquinas de arenar utilizan un compresor que dirige el aire que genera a un circuito cerrado, en el la arena y el aire se mezclan para expulsarse con presión en una “caja sellada” donde gracias al chorro de arena a presión que se consigue, podremos arenar nuestros trabajos totalmente o cubriendo partes para conservar otro acabado de superficie diferente.
El grueso de la arena también cambiara el resultado marcándose más o menos en el metal.
Otra opción es el matizado del metal, existen “fresas” en el mercado que nos ayudan a matizar el metal pero el corte que estas herramientas consiguen sobre él, ya da cierto “brillo” al trabajo. No es comparable al pulido pero no puede considerarse un acabado que carezca de brillo, en las fotos inferiores podéis ver una combinación de matizado y pulido.
En el próximo apartado hablaremos de algunos acabados brillantes, el bruñido, los gratados y los pulidos.